martes, 13 de mayo de 2014

lunes, 12 de mayo de 2014

¿QUE UNIVERSALIDAD EN SALUD MERECE MEXICO?


¿QUE UNIVERSALIDAD EN SALUD MERECE MEXICO?

Tenemos el agrado de invitarles a la presentación del Dr. Gustavo Leal Fernández, el próximo viernes 16 de mayo, a partir de las 18 horas en el Centro Cultural TierrAdentro


Es una presentación sobre las reformas de EPN en sentido amplio y el aplanamiento a la baja de prestaciones en materia de tres derechos "exigibles": micropensión NO universal; simulación de Seguro de Desempleo NO universal financiado con fondos de vivienda de los propios trabajadores del Apartado A y racionamiento de las actuales intervenciones del IMSS-ISSSTE al catálogo esencial (CAUSES) del Seguro Popular tal y como recomendara la OIT con su propuesta de "pisos" mínimos de protección social, ya no de seguridad social integral.

Gustavo Leal Fernández nació en la Cd. de México el 1ro. de agosto de 1953.
Es Doctor en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (1983). Realizó estancias posdoctorales en la Universidad de Innsbruck, Austria (1989-1991) y en el Gabinete del Ministro de Sanidad y Consumo, Madrid, España (1991-1993). Ha sido también, Profesor Visitante de Duke University, Durham, North Carolina (1989).
Trabaja como especialista en la política pública de salud y seguridad social desde 1979.
Cuenta con libros, artículos en revistas especializadas y tiene experiencia como conferencista, panelista, moderador y en arbitraje de artículos del tema.
Ha sido asesor de ONG con diferentes gobiernos. Es miembro de varios comités editoriales, columnista en la prensa nacional, comentarista en la radio y colaborador regular en portales electrónicos.
En sus últimas publicaciones analiza las políticas de salud y seguridad social de los gobiernos panistas y el actual.
Actualmente es Profesor-Investigador titular C de tiempo completo de la Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco, Departamento de Atención a la Salud. Área Salud y Sociedad.
El evento se transmitirá a través de Frecuencia Libre 99.1 FM

Centro Cultural TierrAdentro, Real de Guadalupe 24, Zona Centro, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas

viernes, 9 de mayo de 2014

COMUNICADO DEL SUBCOMANDANTE INSURGENTE MARCOS ANTE EL ASESINATO EN LA REALIDAD DEL COMPAÑERO GALEANO



8 de mayo del 2014.
A las compañeras y compañeros de la Sexta
Compas:
De hecho ya estaba listo el comunicado. Sucinto, preciso, claro, como deben ser los comunicados. Pero… mmh… tal vez después.
Porque ahora empieza la reunión con las compañeras y compañeros bases de apoyo de La Realidad.
Los escuchamos.
El tono y sentimiento de su voz nos es conocido desde hace tiempo: el dolor y la rabia.
Entonces se me ocurre que un comunicado no va a reflejar eso.
O no en toda su extensión.
Cierto, tal vez una carta tampoco, pero al menos en estas letras puedo intentar aunque sea un pálido reflejo.
Porque…
Fueron el dolor y la rabia los que nos hicieron desafiarlo todo y a todos hace 20 años
Y son el dolor y la rabia los que ahora nos hacen calzarnos de nuevo las botas, ponernos el uniforme, fajarnos la pistola y cubrirnos el rostro.
Y ahora colocarme la vieja y ajada gorra con las 3 estrellas rojas de cinco puntas.
Son el dolor y la rabia quienes han traído nuestros pasos hasta La Realidad.
Hace unos momentos, después de que explicamos que habíamos llegado para responder a la petición de apoyo de la Junta de Buen Gobierno, un compañero base de apoyo, maestro del curso “La Libertad según l@s Zapatistas” nos ha dicho, palabras más, palabras menos:
“Claro te decimos compañero subcomandante, que viera que no somos zapatistas hace rato que hubiéramos tomado venganza y se hubiera hecho una matazón, porque tenemos mucho coraje con lo que le hicieron al compañero Galeano. Pero pues somos zapatistas y no se trata de venganza sino de que haya la justicia. Así que esperamos lo que nos van a decir y así vamos a hacer”.
Al escucharlo sentí envidia y pena.
Envidia por quienes tuvieron el privilegio de tener a mujeres y hombres, como Galeano y como éste que ahora habla, de maestras y maestros. Miles de hombres y mujeres de todo el mundo tuvieron esa fortuna.
Y pena por quienes ya no tendrán a Galeano como maestro.
El compañero Subcomandante Insurgente Moisés ha tenido que tomar una decisión difícil. Su decisión es inapelable y, si me preguntan mi opinión (que nadie lo ha hecho), inobjetable. Ha decidido suspender por tiempo indefinido la reunión y compartición con los pueblos originarios y sus organizaciones en el Congreso Nacional Indígena. Y ha decidido suspender también el homenaje que preparamos para nuestro compañero ausente Don Luis Villoro Toranzo, así como suspender nuestra participación en el Seminario “Ética frente al Despojo” que organizan compas artistas e intelectuales de México y el Mundo.
¿Qué lo llevó a esa decisión? Bueno, los primeros resultados de la investigación, así como las informaciones que nos llegan, no dejan lugar a dudas:
1.- Se trató de una agresión planeada con anticipación, organizada militarmente y llevada a cabo con alevosía, premeditación y ventaja. Y es una agresión inscrita en un clima creado y alentado desde arriba.
2.- Están implicadas las direcciones de la llamada CIOAC-Histórica, el Partido Verde Ecologista (nombre con el que el PRI gobierna en Chiapas), el Partido Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional.
3.- Está implicado al menos el gobierno del Estado de Chiapas. Falta determinar el grado de involucramiento del gobierno federal.
Una mujer de los contras ha llegado a contar que de por sí fue planeado y que de por sí era el plan “chingar” al Galeano.
En suma: no se trató de un problema de comunidad, donde los bandos se enfrentan enardecidos por el momento. Fue algo planificado: primero la provocación con la destrucción de la escuela y la clínica, sabiendo que nuestros compañeros no tenían armas de fuego y que irían a defender lo que humildemente han levantado con su esfuerzo; después las posiciones que tomaron los agresores, previendo el camino que seguirían desde el caracol hasta la escuela; y al final el fuego cruzado sobre nuestros compañeros.
En esa emboscada fueron heridos nuestros compañeros por armas de fuego.
Lo que sucedió con el compañero Galeano es estremecedor: él no cayó en la emboscada, lo rodearon 15 o 20 paramilitares (sí, lo son, sus tácticas son de paramilitares); el compa Galeano los retó a luchar mano a mano, sin armas de fuego; lo garrotearon y él brincaba de un lado a otro esquivando los golpes y desarmando a sus oponentes.
Al ver que no podían con él, le dispararon y una bala en la pierna lo derribó. Después de eso fue la barbarie: se fueron sobre de él, lo golpearon y lo machetearon. Otra bala en el pecho lo puso moribundo. Siguieron golpeándolo. Y al ver que aún respiraba, un cobarde le dio un tiro en la cabeza.
Tres tiros a mansalva recibió. Y los 3 cuando estaba rodeado, desarmado y sin rendirse. Su cuerpo fue arrastrado por sus asesinos como unos 80 metros y lo dejaron botado.
Quedó solo el compañero Galeano. Su cuerpo tirado en mitad de lo que antes fue territorio de los campamentistas, hombres y mujeres de todo el mundo que llegaban al llamado “campamento de paz” en La Realidad. Y fueron las compañeras, las mujeres zapatistas de La Realidad quienes desafiaron el miedo y fueron a levantar el cuerpo.
Sí, hay una foto del compa Galeano. La imagen muestra todas las heridas y alimenta el dolor y la rabia, aunque escuchar los relatos no necesita ningún refuerzo. Claro que entiendo que esa foto podía herir la susceptibilidad de la realeza españolista, y por eso mejor poner una foto de una escena montada con descaro, con unos cuantos descalabrados, y que los reporteros, movilizados por el gobierno chiapaneco, empezaran a vender la mentira de una confrontación. “El que paga, manda”. Porque hay clases, mi buen. Una cosa es la monarquía española, y otra los “pinches” indios alzados que te mandan al rancho de amlo sólo porque ahí, a unos pasos, están velando el cuerpo todavía ensangrentado del compa Galeano.
La CIOAC-Histórica, su rival la CIOAC-Independiente y otras organizaciones “campesinas” como la ORCAO, ORUGA, URPA y demás, viven de provocar confrontaciones. Saben que el provocar problemas en las comunidades donde tenemos presencia agrada a los gobiernos. Y que suelen premiar con proyectos, y gruesos fajos de billetes para los dirigentes, los agravios que nos hacen.
En palabras de un funcionario del gobierno de Manuel Velasco: “nos conviene más que los zapatistas estén ocupados en problemas creados artificialmente, en lugar de que hacen actividades a las que llegan “güeros” de todas partes”. Así dijo: “güeros”. Sí, es cómico que así se exprese el sirviente de un “güero”.
Cada que los líderes de esas organizaciones “campesinas” ven menguar su presupuesto para las francachelas que se otorgan, organizan un problema y van con el gobierno de Chiapas para que les pague por “calmarse”.
Este “modus vivendi” de dirigentes que ni siquiera saben distinguir entre “arena “ y “grava”, se inició con el priísta y mal recordado “croquetas” Albores, se retomó con el lopezobradorista Juan Sabines, y se mantiene con el autodenominado verde ecologista Manuel “el Güero” Velasco.
Esperen un momento…
Ahora está hablando un compa. Llora, sí. Pero todos sabemos que esas lágrimas son de rabia. Con palabras entrecortadas dice lo que todos sienten, sentimos: no queremos venganza, queremos justicia.
Otro más interrumpe: “compañero subcomandante insurgente, no lo entiendas mal nuestras lágrimas, no son de tristeza, son de rebeldía”.
Ahora llega un informe de una reunión de los dirigentes de la CIOAC-Histórica. Los dirigentes dicen, textualmente: “con el EZLN no se puede negociar con dinero. Pero ya una vez detenidos todos los que aparecen en el periódico, que los encierren unos sus 4 ó 5 años, y ya después que se calme el problema se puede negociar con el gobierno para su liberación”. Uno más agrega: “o podemos decir que hubo un muerto entre los nuestros y ya queda empatado un muerto de cada lado y que se calmen los zapatistas.
Lo inventamos que murió o lo matamos nosotros mismos y ahí queda solucionado el problema”.
En fin, la carta se alarga y no sé si alcanzan a sentir lo que sentimos. De todas formas el Subcomandante Insurgente Moisés me ha encargado que les avise que…
Esperen…
Ahora están hablando en la asamblea zapatista de La Realidad.
Nos hemos salido para que acuerden entre ellos la respuesta a una pregunta que se les hizo: “A la comandancia del EZLN la persiguen los gobiernos, ustedes lo saben bien porque ya estuvieron cuando la traición de 1995. Entonces ¿quieren que estemos por aquí para ver de este problema y que haya justicia o quieren que mejor nos vamos a otro lado? Porque todos ustedes pueden sufrir ahora la persecución directa de los gobiernos y sus policías y militares”
Ahora escucho a un joven. Unos 15 años. Me dicen que es el hijo de Galeano. Me asomo y sí, aunque es un jovencito, es un Galeano en formación. Dice que quedemos, que confían en nosotros para la justicia y que se encuentre a quienes asesinaron a su papá. Y que están dispuestos a lo que sea. Las voces en ese sentido se multiplican, Hablan los compañeros. Hablan las compañeras y hasta los niños dejan los llantos: ellas fueron las que reconectaron el agua, a pesar de que las amenazaron los paramilitares. “Son valientes”, dice un hombre, veterano de la guerra.
Que quedemos, ése es el acuerdo.
El Subcomandante Insurgente Moisés le entrega un apoyo económico a la viuda.
Se dispersa la asamblea. Aunque se alcanza a ver que el paso de todos es firme otra vez, y que hay otra luz en su mirada.
¿En qué me quedé? Ah, sí. El Subcomandante Insurgente Moisés me ha encargado que les avise que las actividades públicas de mayo y junio se han suspendido por tiempo indefinido, así como los cursos de “la libertad según l@s zapatistas”. Así que ahí lo vean eso de las cancelaciones y demás.
Esperen…
Ahora nos dicen que empieza arriba a alentarse el llamado “modelo Acteal”: “fue un conflicto intracomunitario por un banco de arena”. Mmh… así que sigue la militarización, el vocerío histérico de la prensa domesticada, las simulaciones, las mentiras, la persecución. No es gratuito que esté ahí el viejo Chuayffet, ahora con aplicados alumnos en el gobierno de Chiapas y en organizaciones “campesinas”.
Lo que sigue ya lo conocemos.
Pero yo lo que quiero es aprovechar estas líneas para preguntarles: A nosotros han sido el dolor y la rabia quienes nos han traído hasta acá. Si los alcanzan a sentir también, ¿a ustedes a dónde los llevan?
Porque nosotros aquí estamos, en la realidad. Donde siempre hemos estado.
¿Y ustedes?
Vale. Salud e indignación.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Mayo del 2014. En el año 20 del inicio de la guerra contra el olvido.
P.D.- Las investigaciones las está conduciendo el Subcomandante Insurgente Moisés.
Él estará informando de los resultados, o él a través mío.
Otra P.D.- Si me piden que resuma nuestro trabajoso andar en pocas palabras serían: nuestros esfuerzos son por la paz, los esfuerzos de ellos son por la guerra.

El Estado inmoral

El Estado inmoral
La guerra de exterminio contra los pueblos indígenas que ya denunciaban los zapatistas hace dos décadas no ocurría ni ocurre sólo en Chiapas, sino en múltiples frentes, tantos como pueblos haya. Esa guerra literal, a veces lenta, a veces acelerada, no se deja de atizar desde los poderes, especialmente el gubernamental, pero también las empresas de grandes avaricia y poderío. Como cada día sucede, no se ve. En territorios que nadie mira. Sólo aparecen en la tele cuando les cae alguna desgracia o los visita un presidente. O bajo algún pretexto folclórico. Antes los crucificaba el sistema con la promesa de desarrollo, ahora con la de seguridad. Siempre con el empobrecimiento explicable de los pueblos a los que tan cuantiosa inversión de apoyo se destina.
Todo se conecta. La sangría migratoria es efecto de la pobreza por ahogo y dominación, y luego la tierra queda mal protegida para mayor comodidad de empresas extractivas, monopolios agroindustriales y constructoras. Si los pueblos originarios se organizan para la resistencia, es labor de Estado hacerles la vida imposible. Se extiende hace muchos años en sus tierras la plaga de los narcos y la guerra que arrastran a donde llegan.

Foto: Enrique Carrasco
En las partes donde las gentes se organizan y saben expandir la lucha y la hacen regional, eficaz y liberadora. En las partes donde la población es la que gobierna, que siempre es preferible a que lo hagan los políticos de un gobierno que lo que planea es desaparecerlos. En esas partes del país donde la dignidad pone casa y se le abre a la justicia una puerta, donde la democracia se reinventa y el apego a la tierra es norma de la vida cada día. Allí, en esas partes precisamente, se desatan jaurías paramilitares, bandas de secuestro, sicariatos contra opositores, militarizaciones intensivas. Mismas partes bajo las que resulta que yacen oros de todo color y tipo, y que para abrirlas al cielo abierto hace falta despoblarlas.
Pero ah, los programas del gobierno. Que son para llevar bienestar y desarrollo. Que son apoyos. Que contra el hambre. Que para combatir “la dispersión”. Que para enseñarles los modales del integrado y el obediente. Que para fomentar lo que el sistema llama “democracia” para exclusividad de los partidos políticos, los cuales cumplen puntuales con su parte en el trato de abuso que se da a las comunidades. División, desintegración, desconfianza mutua es lo que cosechan éstas. Compra de firmas y conciencias, miedo y amenazas para desalentar la desobediencia civil, el debilitamiento de la organización independiente y las autonomías. La pérdida de territorios y ríos, el envenenamiento de suelos y manantiales. La mediocridad garantizada por la educación integracionista (escolar y televisiva). La simulación sanitaria y de obra pública. El uso indiscriminado de las creencias religiosas para enmascarar las trampas de la ideología y la propaganda.
Cada pieza desemboca en un mismo objetivo. El efecto buscado se dice en una sola palabra: exterminio.
Se trata de hacerles la resistencia dolorosa, la igualdad imposible, el despojo un hecho consumado, la solidaridad entre hermanos un fantasma de pesadilla. Pero a los pueblos —que saben vivir bien si los dejan, en ello les va la vida y no renuncian a ella—, el poder les puede seguir invirtiendo cheques, buldóceres y balas. Contra toda lógica (capitalista occidental) no se doblan y renacen siempre en Sonora y Campeche, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Milpa Alta, Chiapas.
Cuánto esfuerzo, cuánta sangre y sacrificio cuesta a los pueblos existir con dignidad. ¿Se puede ser más inmoral que el Estado mexicano en su relación con los pueblos originarios?